Consejos para comprar un objetivo. Todo lo que necesitas saber.
¿Quieres consejos para comprar un objetivo fotográfico? ¿En qué deberías fijarte antes de hacerte con uno? En este artículo te voy a dar algunas recomendaciones para que sólo compres lo que necesites. No te gastes dinero en un objetivo que no vas a usar. Un análisis previo te va a ayudar a ahorrar 🙂
Primeros factores a tener en cuenta.
Época de reyes, las rebajas, el black friday… Todas son época en la que familiares de alumnos y compañeros de la Agrupación Fotográfica Contraste Variable, me piden consejos para comprar un objetivo. Son momentos perfectos para hacer un buen regalo a su marido, o a su hija, o a ellos mismos. Y me consultan acerca de qué tipo deobjetivo pueden adquirir, y dónde. Normalmente, se buscan objetivos del tipo de «3B», o sea, «buenos, bonitos y baratos» 😉
Los objetivos siguen siendo una de las partes fundamentales del equipo fotográfico. En la época de la película eran un elemento más importante que la propia cámara. Podías tener una cámara de aficionado, pero con un buen objetivo y una buena película, obtenías un resultado extraordinario. Hoy también es importante la cámara. Por muy bueno que sea el objetivo, si el sensor es de poca calidad, las imágenes también lo serán. Pero lo que no ha cambiado es que tanto en la época de la fotografía química como en la digital. Por muy buena que sea la cámara, si el objetivo es pobre, tendremos imágenes pobres.
El tipo de montura.
Así que a la hora de comprar un objetivo, hay varias cosas que tendremos que tener en cuenta. Por supuesto, lo primero es el tipo de montura. Las diferentes marcas utilizan distintos tipos de montura. En otras palabras, no es compatible un objetivo Pentax con una cámara Nikon, por ejemplo. Así que nos tenemos que ir, bien a un objetivo de la misma marca, bien a uno de una marca independiente (Sigma, Tamron…) que fabrique objetivos con montura para la marca de nuestra cámara.
El uso que se le va a dar.
Una vez que hemos visto esto, yo suelo hacer dos preguntas:
- ¿para qué tipo de fotos quieres el objetivo?
- ¿cuánto te quieres o te puedes gastar?
Yo creo que son las dos preguntas más importantes que nos tenemos que hacer a la hora de invertir dinero en material fotográfico (y casi en cualquier otra cosa). Dentro de los consejos para comprar un objetivo, la primera de estas preguntas es fundamental. ¿Para qué queremos el objetivo? ¿Para retratos? ¿paisajes? ¿macro? ¿Lo vas a utilizar en un estudio o vas a llevártelo de viaje a tus vacaciones? Creo que esto es importante. Si quieres un objetivo para pasear varias horas al día en la ciudad que estás visitando de vacaciones, cargar con un objetivo de kilo y medio más el peso de la cámara, puede llegar a quitarte todo el placer de hacer fotografías…
La longitud focal.
Por lo tanto, responder a la pregunta ¿para qué quiero el objetivo? nos va a facilitar en parte la elección del mismo. Por ejemplo, nos va permitir decidirnos por una determinada longitud focal. La longitud focal del objetivo es la distancia que hay desde el centro óptico de la lente hasta el sensor. Ah, vale, ¿y eso qué significa? A efectos prácticos, podríamos considerarla como el ángulo de visión de la cámara.
Grandes angulares.
Distancias focales cortas (por ejemplo, 20 mm.) nos van a proporcionar un ángulo de visión amplio. También, sujetos más pequeños y mucha profundidad de campo. En el caso de distancias muy cortas (ojos de pez, o sea, menos de 12 mm. aproximadamente), distorsiones que nos permitirán explorar nuestra creatividad. Son distancias focales que se suelen utilizar, por ejemplo, en paisajes, o para dar la sensación de que nos encontramos metidos en la acción.
Teleobjetivos.
Las distancias focales largas (más de 70 mm.), en cambio, presentan un ángulo de visión de la cámara cada vez menor a medida que se incrementa la distancia focal. A la vez, los sujetos son cada vez más grandes. Otra características de estas lentes, también conocidas como «teleobjetivos», es que la profundidad de campo es muy pequeña. Son objetivos que se suelen utilizar para retratos y, por supuesto, para acercar sujetos que están lejanos.
El objetivo «normal».
También tenemos el objetivo de 50 mm., conocido como «normal». Esta es la lente estándar en cámaras de sensor completo o «full frame». Suelen ser objetivos muy luminosos (con grandes aberturas de diafragma). Esto nos permite fotografiar en pobres condiciones de luz y nos van a dar la posibilidad de que la luz del flash llegue más lejos. Por otro lado, nos van a proporcionar un fuerte desenfoque de los fondos, muy atractivo para realizar enfoques selectivos.
Macros.
Otro tipo de objetivos que podemos elegir son los macro, o sea, aquéllos que sirven para producir imágenes de tamaño igual o mayor que el sujeto original. Una imagen igual que la original se dice que es 1:1. Si la imagen es el doble de grande que el original, sería 2:1. Aquí hay que tener cuidado con los falsos macros, pues aunque amplían la imagen, lo hacen a menor tamaño que el original. Así, una imagen que se amplía sólo la cuarta parte del original sería 1:4.
Ahora bien, ¿qué diferencia tenemos entre un objetivo macro 1:1 de 50 mm. y otro de 100 mm.? Para resumir diremos que la diferencia está en la distancia mínima de enfoque y también en la perspectiva. Si vas a fotografiar objetos estáticos, te puede interesar un 50 mm., pero si te gusta fotografiar insectos vivarachos que no se quedan quietos, quizás te tengas que ir a un 150 mm.. Este objetivo te permitirá enfocar desde más lejos. Puedes ver un artículo muy interesante sobre qué objetivo macro comprar en la web de Madrefoto.
El tipo de sensor.
Seguimos con nuestros consejos para comprar un objetivo fotográfico. Conociendo los datos anteriores, hay otras dos cosas importantes a tener en cuenta. Por un lado, si nuestra cámara reflex no es de sensor completo, sino APS-C (más pequeño), entonces la distancia focal hay que multiplicarla aproximadamente por 1,5. En algunos casos, incluso x2, o por 1,6, depende de la cámara. Eso quiere decir que el objetivo normal ya no sería el de 50 mm. El objetivo normal en una cámara de sensor APS-C de Nikon, por ejemplo, se convierte en un 75 mm. (50mm. x 1,5 = 75mm.) o sea, un tele corto. En otras palabras, nuestro objetivo «normal» para sensor APS-C será el de 35 mm. Es fácil deducir que esta característica de los sensores APS-C nos beneficia en los teleobjetivos (un 300 mm. se convierte en un 450 mm.), pero nos perjudica en los grandes angulares.
Zooms vs. fijos.
Por otro lado, otra cosa a tener en cuenta es si el tipo de objetivo que buscamos es de distancia focal variable (lo que conocemos como «zoom») o es de distancia focal fija. Como norma general, los objetivos de distancia focal fija suelen tener mayor calidad que los de distancia focal variable. No obstante, los zooms de muy alta gama dan mejor calidad de imagen que los fijos de calidad media o baja.
Los objetivos de distancia focal variable tienen la comodidad de no tener que estar cambiando constantemente de objetivo. Con esto tenemos la ventaja de una mayor rapidez o el menor peligro de que se ensucie el sensor. Pero por otro lado, son objetivos más grandes y pesados que los fijos. Además, la máxima abertura del diafragma, si no nos vamos a los objetivos de la mayor calidad, no es constante en todo el recorrido. Tener una apertura constante cuesta (muy) caro.
Aquí podemos ver dos ejemplos extraídos de la web de Martín Iglesias, de Sevilla en diciembre de 2012. Son dos objetivos con distancias focales similares que tienen unos precios muy diferentes. Tener un objetivo algo más luminoso y con una apertura fija en todo el rango de distancias focales cuesta cinco veces más que tener esas mismas distancias focales con menos luminosidad y sin una apertura constante. Sin embargo, tenemos que hacer alguna matización a esto…
Alta o baja gama.
Así que, de momento, dentro de nuestros consejos para comprar un objetivo, hemos tenido que tener en cuenta varias cosas. Vistas las diferentes distancias focales, hemos tenido que tener en cuenta si la cámara es de sensor completo o APS-C. También si vamos a querer adquirir un objetivo fijo o uno de distancia focal variable. Sigamos.
Dijimos que una de las diferencias es en la máxima apertura de diafragma. Esto se conoce como «luminosidad». También se dice que los objetivos con aperturas de diafragma «grandes» (por ejemplo, 1.4 ó 1.8 ó 2 ó 2.8) son lentes «rápidas», ya que nos permitirán trabajar con mayores velocidades de obturación. Optar por objetivos menos luminosos nos va a hacer que tengamos que subir el ISO de nuestra cámara en condiciones de poca luz, o va a ser necesario que utilicemos un trípode.
Los objetivos rápidos o luminosos suelen estar también fabricados con lentes de mayor calidad y mejor corregidos para aberraciones cromáticas o de lente que los objetivos de kit. También suelen ser más voluminosos y el material del cuerpo del objetivo es más robusto.
Otra característica que diferencia a las lentes de gama alta de las de gama inferior es que el anillo de filtro (el anillo frontal) no gira. En cambio, en las de gama inferior sí lo suele hacer al cambiar el enfoque. Esto va a tener consecuencias si estamos utilizando un filtro polarizador. Entoces tendremos que cambiar a enfoque manual antes de fijar la posición del filtro. Asimismo, lentes de gama alta son más rápidas en el enfoque. También el desplazamiento de los elementos al enfocar es más suave, con menos «saltos». Todas estas características, por supuesto, encarecen los objetivos, como podemos ver en los precios de estos dos objetivos en Martín Iglesias.
El factor precio.
Y aquí llegamos a la otra pregunta del millón ¿cuánto te quieres o te puedes gastar? ¿Te va a merecer la pena gastarte casi cinco veces más en un objetivo un poco más luminoso? Pues la respuesta, es… «depende».
Por un lado, depende de tu propia economía, claro. ¿Tienes el dinero y no sabes en qué gastarlo? Pues entonces, compra lo mejor 🙂 Ahora bien, si eres como la mayoría de habitantes de este país, que estamos más bien justitos, pues entonces tienes que sopesar el uso que le vas a dar. Yo creo que si te dedicas profesionalmente a la fotografía, tienes que optar siempre por el mejor material posible. Al fin y al cabo, lo vas a amortizar. Puede que seas una persona aficionada, o estés empezando a plantearte el trabajo profesional o estés en los inicios. Entonces, puedes optar por productos más económicos y de una calidad no tan óptima, pero que se ajuste más a tu bolsillo. Sin embargo, siempre con el objetivo en mente de mejorar esa inversión lo antes posible.
Consejos para comprar un objetivo. Conclusión.
Terminamos con nuestros consejos para comprar un objetivo. Es cierto que no es el equipo quien hace las fotos, sino la persona. También es cierto que vivimos en una época donde no está tan encorsetado el concepto de qué es una fotografía de calidad. Yo mismo he vendido muchas fotos en agencias con fotografías hechas con objetivos de kit. Y ganado algún que otro concurso. Pero la verdad es que utilizar objetivos que te proporcionan una mayor fidelidad y calidad de imagen, aparte de ser una gozada, es imprescindible para un trabajo de calidad. Sobre todo si te quieres dedicar a la fotografía de forma profesional).
En definitiva, espero haberte ayudado un poco a tener algo más claro en qué fijarte a la hora de regalarle un objetivo a alguien o comprarlo para ti.
¿Te han resultado útiles estos consejos para comprar un objetivo? Cuéntame en qué te fijas para comprar un objetivo…
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Paco Bravo Lancharro dice
Muy interesante Eduardo. Ahora tengo más clara algunas ideas. Gracias.
EJC dice
Gracias, Paco. Me alegra que te haya resultado de utilidad.